Durante la Guerra Fría, la CIA intentó desarrollar un dron nuclear del tamaño de un pájaro para espiar a la Unión Soviética y otros países del bloque comunista. El proyecto, sin embargo, nunca fue completado y no está claro por qué, según se desprende de documentos recientemente desclasificados por la agencia de inteligencia estadounidense.
El denominado Proyecto Aquiline preveía la creación de una flota de 12 pequeños drones, propulsados por energía nuclear, que podrían permanecer en el aire hasta un mes y actuarían como aviones espías robóticos y mensajeros para cargas secretas.
La CIA planeó Aquiline como una primera plataforma de recopilación de inteligencia sin tripulación. La misión de este programa secreto era "desarrollar, alcanzar y mantener una capacidad operativa para realizar reconocimientos encubiertos en áreas denegadas".
El Proyecto Aquiline.cia.gov
Un dron que fuese lo más parecido posible a un pájaro
Aquiline tenía que ser lo más parecido posible a un pájaro. La CIA lo describió como un "vehículo subrepticio pequeño, parecido a un pájaro, con una sección transversal acústica, visible y de radar suficientemente pequeño para permitirle operar en el entorno de señales físicas naturales de las aves vivas". Así, los radares y centinelas humanos en sitios sensibles deberían confundir a Aquiline con un pájaro, recoge la revista Popular Mechanics.
El aparato debía tener unos 152 centímetros de largo, unos 230 centímetros de ancho y un peso de despegue de unos 37 kilogramos. Un motor silencioso de 3,5 caballos de fuerza y cuatro tiempos le daría una velocidad de 47 a 80 nudos y una autonomía de 50 horas y más de 1.900 kilómetros. La altitud máxima de Aquiline se estimó en unos 6.000 metros.
Se preveía que el dron pudiera volar mucho más cerca de sus objetivos que un avión tripulado, produciendo fotografías de alta resolución y registrando señales electromagnéticas más fuertes.
Aquiline sería controlado por equipos de tierra móviles desde Estados fronterizos con la Unión Soviética o China, como Taiwán, Turquía o Noruega. Transmitiría los datos recuperados a un avión de reconocimiento U-2R, que se encontraría cerca, para así no cargar con dispositivos propios de almacenamiento de datos.
¿Por qué habría sido cancelado el proyecto?
No obstante, el proyecto fue en algún momento cancelado, pero no está claro por qué. Probablemente, debido a su complejidad técnica.
"Habría sido un programa técnico muy complejo, con problemas de sigilo, transmisión de datos y propulsión, todo en un paquete muy pequeño. El uso de una generación radiotérmica habría agregado un nivel aún mayor de complejidad", sugirió Popular Mechanics.
Además, Aquiline también "dependía en gran medida de una artimaña", y si los soviéticos o los chinos se enteraban, sus aviones de combate "podrían haberlo derribado fácilmente", concluyó la revista.
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